
Otro año en Wacken, pese a todo lo sucedido, llegamos nuevamente a la Holy Wacken Land, tres días de rock, casi cinco días de convivencia entre los amantes de esta forma de vida, porque tenemos claro que esto sobrepasa cualquier moda, digan lo que digan si te gusta ir año tras año a vivir WOA es porque te gusta pasar por todo el ritual que eso significa desde la previa en Hamburgo, el camping, las condiciones climáticas impredecibles y extremas de la zona, como este año que si bien no hubo diluvio como el año anterior nos rostizamos tal pollos a lo spiedo con las altas temperaturas; pero todo eso pasa cuando ves a tus héroes sobre el escenario o te encuentras con aquellos que año tras año cruzamos los distintos puntos del planeta para centrarnos en los 5 días a merced del rock, la cerveza y esa hermandad multicultural donde no importa el idioma que hables porque acá el único idioma que vale es la música y como dice el lema en Wacken «You´re never drink alone», conoces gente sólo con decir Prost, Salud, Cheers o un simple gesto de invitación a compartir un trago o un «Where are you from?» y listo! conversación gratis; qué importa la pronunciación!!, ahí da lo mismo. Este año, cumplí mi sueño adolescente de ver a la Gran Diosa, Metal Queen por excelencia, la Unica: DORO, esperé a pleno sol, rostizada toda la tarde, hasta la noche ahí…si, tenía que estar adelante en la reja para no perderme esa oportunidad única de ver de cerca a mi diosa del metal, aparece Doro y desaparece el cansancio, el calor, todo y sólo me concentro en el escenario, en cada detalle, me ve me indica y me hace los cuernos durante la canción Revenge, en Für Immer se me caen las lágrimas, después me contaron que me vieron en las pantallas, bueno el domingo me vi en la transmisión del ZDF Kultur y la verdad es que tenía cara de emoción hahahaha…una experiencia inolvidable.
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